sábado, 10 de mayo de 2014

A la luz de la luna

“A la luz de la luna, 
sentada en el prado, 
te contemplo dormir.

Con sigilo me muevo 
y me aparto de tu lado 
para no interrumpir.

Con desdén te despiertas
me atrapas somnolienta 
y te apiadas de mí.

Mi corazón se estremece 
cuando tus ojos me miran
y sé lo que vas a decir.

Me acerco de nuevo
examinando tu rostro
y siento que me voy a rendir.

Me tomas de la mano, 
un escalofrío recorre mi cuerpo,
y yo me derrito por ti...

Es difícil mirarte 
y no correr a besarte, 
pero tengo que dimitir.

Tus palabras de rabia 
por no estar en tu cama 
me hacen reír.

Tienes miedo de estar 
en el prado 
a la luz de la luna 
junto a mí...

Pero yo también temo, 
temo no poder resistir.

Apoyas tu rostro 
en mi pecho 

mi 
corazón 
comienza 

latir.

Algo anda mal, 
te quedas helada, 
y yo me quiero morir...

A la luz de la luna, 
sentada en el prado, 
te apartas de mí.

Espero paciente 
sin querer romper la barrera 
que acabas de construir.

Me miras con rencor 
y en el fondo sé que lo acabas de descubrir...

En el medio de la nada 
y con el alba de testigo 
me dispongo a partir.

¡Te levantas exaltada 
y me abrazas con rabia!
¿Qué quieres de mí?

Espero resignada 
a que tus brazos caigan 
y me dejen ir...

A la luz de la luna, 
en el medio del prado, 
sé que sientes lo mismo 
por mí.”
Joselyn Brenes Morales 2014

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